Sábado, Mayo 18, 2024
Columna de Opinión

Primero de Mayo Día Internacional de las y los trabajadores.

RECUPEREMOS LA UNIDAD EN LA DIVERSIDAD SINDICAL, SOCIAL Y POLITICA

Por: Juan Manuel Sepúlveda M.

En 1989 pusimos fin al gobierno dictatorial. Lo que no conseguimos fue reformar suficientemente el sistema político y económico construido por sus ideólogos y aplicado por sus guardianes. Hoy día estamos comprobando como la derecha y los grupos empresariales se empeñan en la profundización de la crisis política, social y económica con el objetivo de entrampar el proceso de reformas que Chile demanda y necesita. Debemos iniciar desde ya el esfuerzo de sustituir un régimen económico que ha sido inmoral y deshumanizante, además de ineficiente en la solución de los grandes problemas de la sociedad chilena deteriorando la democracia. Esa es la tarea de esta hora.

La unidad en la diversidad sindical social y política no puede seguir esperando. Es el camino necesario para la superación de las brechas y desigualdades que atentan contra la situación de vida y de trabajo de la mayoría ciudadana:

  • Garantizar un crecimiento y desarrollo económico sustentable. El trabajo no puede considerarse como una mercancía ni un mero instrumento en la cadena productiva de bienes y servicios, sino que, al ser primordial para el desarrollo, tiene preferencia sobre cualquier otro factor de producción, incluyendo al capital. De allí el imperativo ético de preservar las fuentes de trabajo, de crear otras nuevas a medida que aumenta la rentabilidad económica, como también se necesita garantizar la dignidad del mismo.
  • Un sueldo vital que se mantenga sobre la línea de probreza, que no se deteriore y que garantice poder vivir dignamente. Hoy un salario por sobre la línea de pobreza se encuentra en $630.000.
  • Asegurar la aplicación efectiva de los principios y derechos fundamentales en el trabajo. La libertad sindical y la negociación colectiva resultan sustancial para la construcción y consolidación de los sistemas democráticos. La democracia es esencial para el ejercicio pleno de la libertad sindical, pero, también, la libertad sindical es esencial para la construcción y consolidación de un auténtico sistema democrático.
  • Afianzar y consolidar la democracia y el diálogo social. Es económica, social y políticamente importante fomentar un proceso de Diálogo y Concertación Social, todo ello en el marco de un nuevo «contrato social» que establezca e institucionalice mecanismos democráticos que faciliten arribar a acuerdos que no solo protejan derechos y establezcan obligaciones de las partes, sino también que garanticen la libertad, la justicia social y el progreso económico individual y colectivo. Se trata, en suma, de volver a algo tan evidente y a la vez sencillo como es el acuerdo, contrato o pacto que sume, frente al desacuerdo y el conflicto que restan.
  • Lograr la ampliación y el fortalecimiento de los programas de prevención y protección social universal y la garantía de unos servicios públicos vitales resultan esenciales.
  • Las políticas extremistas, incluyendo xenofobia, racismo y toda forma de exclusión, deberán ser rechazadas en aras del bien común.
  • Un Estado moderno, que cumpla un rol en favor de los sectores medios y populares, teniendo como eje lograr servicios de calidad, la dignificación de la función pública, el reconocimiento de los derechos individuales y colectivos de los trabajadores estatales, su estabilidad laboral y respeto a la carrera funcionaria. Asimismo, iniciar una verdadera descentralización con regiones que tengan autonomía financiera y política.
  • Una profunda revisión de los sistemas de educación y formación a fin de que puedan responder adecuadamente a las auténticas demandas provenientes de la actividad productiva.

Terminemos con el individualismo colectivista, es decir, de proteger sólo los intereses de sus representados, ignorando al resto de los pobres, marginados y excluidos del sistema. Se necesita invertir en una solidaridad que trascienda a las propias organizaciones y asociaciones, que proteja los derechos de los trabajadores, pero sobre todo de aquellos cuyos derechos ni siquiera son reconocidos. La Unidad en la Diversidad Sindical, Social y Política nos permitirá hacer justicia juntos, pero en solidaridad con todos los marginados.

No olvidemos nuestro rol de educar conciencias en solidaridad, respeto y cuidado. La conciencia de la crisis del trabajo y de la ecología necesita traducirse en nuevos hábitos y políticas públicas. Para generar tales hábitos y leyes, necesitamos cultivar virtudes sociales que faciliten el florecimiento de una nueva solidaridad global, que nos permita escapar del individualismo y del consumismo, y que nos motiven a cuestionar los mitos de un progreso material indefinido y de un mercado sin reglas justas.

Como cada Primero de Mayo, Día Internacional de los y las Trabajadoras, recordamos a todas y todos los sindicalistas que abrieron el camino hacia un Chile mas justo y solidario. Siempre presentes nuestros camaradas María Rozas y Manuel Bustos.  

Los y las invito a unirnos a la marcha de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, este Primero de Mayo. Todos juntos, hombro con hombro, Unidos por un Chile justo y solidario.

Deja un comentario