Sábado, Abril 27, 2024
Columna de Opinión

El Feminismo y la Crisis Demográfica: Reflexiones sobre Transformación Social y Demográfica en el Mundo Contemporáneo

Eduardo Reyes, Administrador Público, Cientista Político.

La importancia y el impacto del movimiento feminista, representa hoy, la revolución más significativa en el mundo contemporáneo. Esta revolución tiene el potencial de transformar radicalmente las esperanzas y las perspectivas desde la mitad de la humanidad, para toda la humanidad. El feminismo no solo afecta las relaciones humanas, sino también la relación con toda la naturaleza; también complica las aspiraciones de aquellos que tradicionalmente han ocupado posiciones de poder, especialmente en la política. Esto implica un cambio profundo en la orientación y administración de la existencia humana a nivel global. Creo que por tanto, se hace un deber para hombres y mujeres, enfatizar la importancia del feminismo como un fenómeno que está redefiniendo las estructuras sociales, de poder político y económico en todo el mundo.

Para quien no quiere ver la situación planteada como real, eligiendo un modo conservador de ver la vida y para aquellos que creen que “la historia demuestra…” etc, podemos decir que la realidad de hoy, es que hay países con tasas de 1.1. de nacidos vivos por mujer; pero sucede que para que la pirámide de población se mantenga estable, la tasa de fecundidad debe ser de al menos 2,1 hijos por mujer, dado que cifras inferiores suponen riesgo de envejecimiento progresivo de la población, poniendo en serios aprietos a los sistemas de pensiones, que no pueden con la carga que implica sostener a más población vieja e improductiva; es decir que cada vez menos trabajadores soportarán la presión social que ello implica; ya se observa un cambio de comportamiento para los hombres en funciones de acompañamiento y apoyo a la mujer cuando ésta se disponga a la procreación de seres humanos, futuros laburantes, lo que incluye reemplazos y largas licencias, el reconocimiento social y político (leyes) que proteja a las mujeres que son madres, especialmente cuando deben dejar de trabajar por su responsabilidad materna, que es por sí misma una función social humanitaria.

Ésta y no otra, es la razón por lo que se hace necesario entender el Feminismo como una real revolución cultural, entendiendo que la incorporación plena de la mujer al mundo del trabajo, implica necesarias nuevas obligaciones para los hombres, que en otra época tan cercana a nosotros, como la generación de nuestros padres, serían impensables. La tasa de Natalidad o tasa de natalidad bruta es el número de nacimientos de una población por cada mil habitantes en un año y se calcula como:

Tn= (N/P) * 1000, donde Tn= Tasas de Natalidad, N= Número de nacimientos ocurridos en un año y P= Población total.

Hay varias razones por las cuales esto es una situación de cambio epocal y fenomenológico en el comportamiento de los seres humanos, por lo que es fácilmente nombrable como una verdadera revolución cultural, tan preocupante, que de no trabajar políticamente la solución, seguiremos observando progresivamente las consecuencias ya descritas y que resumimos en:

  1. Desequilibrio demográfico: Con una tasa de natalidad tan baja, la población joven disminuye en relación con la población anciana. Esto puede conducir a desequilibrios demográficos, donde una parte cada vez más pequeña de la población activa tenga que sostener a una población cada vez mayor de personas mayores.
  2. Presión sobre el sistema de pensiones y salud: Con una mayor proporción de personas mayores en comparación con la población activa, habrá una presión creciente sobre los sistemas de pensiones y de atención médica. Esto puede llevar a dificultades financieras y de sostenibilidad para estos sistemas.
  3. Menor fuerza laboral: Una menor tasa de natalidad significa que habrá menos personas en la fuerza laboral en el futuro. Esto puede afectar el crecimiento económico y la capacidad del país para mantener su competitividad a nivel global.
  4. Desafíos económicos: Una población envejecida puede tener efectos adversos en la economía, incluyendo una menor demanda de bienes y servicios asociados con la juventud, como la educación, la vivienda y el entretenimiento. Esto puede afectar negativamente a sectores específicos de la economía.
  5. Presión sobre los sistemas de atención a largo plazo: Con un aumento de la población anciana, habrá una mayor demanda de servicios de atención a largo plazo, como atención domiciliaria y cuidados en centros especializados. Esto puede representar una carga adicional para los sistemas de salud y los recursos públicos.

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