Viernes, Abril 19, 2024
Columna de Opinión

La situación del empleo en febrero-abril

Por: Gonzalo Martner Fanta, Profesor titular de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago desde 1994. Dirige actualmente el Magíster en Gerencia y Políticas Públicas de la Universidad de Santiago. Economista de la Universidad de Paris I (1979) y doctor en economía de la Universidad de Paris X (1983). Subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo de Patricio Aylwin (1990-94), Subsecretario de la Presidencia de Ricardo Lagos (2002-2003) y embajador en España de Michelle Bachelet (2008-2010). Secretario General ( 1994-1995) y Presidente del Partido Socialista (2003-2005).

La creación de empleo se mantuvo a un buen ritmo en el trimestre móvil de febrero-abril de 2022, según la encuesta de empleo del INE: se sumaron 157 mil puestos de trabajo en la economía en relación al trimestre final de 2021.El empleo total creció en 0,4% en el mismo lapso de tiempo. El registro es de 0,8% si se despeja la variación estacional. En un año, se han creado 731 mil empleos.

Se ha desconectado en el corto plazo la evolución del empleo de aquel de la producción, que experimentó una caída de -0,8% en el primer trimestre respecto al trimestre anterior. Es lo que se denomina el fenómeno de “histéresis”, es decir cuando un comportamiento tiende a persistir aun cuando no lo hagan las causas que lo produjeron. La incógnita es saber su duración.
Con todo, se mantienen rezagos en la normalización del empleo después de la recesión de 2020. La tasa de ocupación, es decir la población ocupada en relación a la población en edad de trabajar, fue de 55,1%, mientras el mejor registro previo a la crisis de la pandemia de COVID-19 (noviembre 2019-enero 2020) fue de 58,6%. En el caso de las mujeres, los datos respectivos son de 45,4% y de 48,9%. Este es el mejor indicador sintético de la situación del empleo y revela la persistencia de un retraso en la normalización después de la crisis, para no mencionar metas más exigentes de aproximación al pleno empleo, que debe ser siempre el horizonte principal de la política macroeconómica.
Por su parte, el empleo total es aún inferior en 280 mil personas al existente en el mencionado trimestre de mayor actividad previa (y de 165 mil en el caso de las mujeres). Desde otro ángulo de análisis, es inferior en 187 mil personas al volumen del trimestre de mayor actividad corrigiendo los efectos estacionales (julio-septiembre de 2019).

Variaciones del empleoEl empleo dependiente ha crecido en 560 mil empleos adicionales en un año. El empleo independiente creció en 166 mil unidades.  Los sectores que siguen creando empleo en 2022 son de los de servicios como los de restaurantes y hoteles, las actividades financieras, inmobiliarias y profesionales, la salud y el servicio doméstico. No es el caso de la producción de bienes, salvo algo en la minería.El empleo asalariado formal alcanzó unos 5,87 millones de personas en diciembre-febrero, último dato disponible del registro administrativo (a cargo de la Superintendencia de Pensiones) de dependientes cotizantes en la seguridad social. Este tipo de empleo representa unos 2/3 del empleo total y creció en 0,1% respecto al trimestre previo. Ya se había recuperado totalmente a partir del primer semestre de 2021 y ha experimentado incluso un incremento de 321,3 mil unidades respecto al nivel previo a la crisis hace dos años.
Por su parte, el empleo informal sumó el 27,2% del total de 8,84 millones de personas ocupadas, según el INE. 

El desempleo
La tasa de desempleo desestacionalizada permanece en 7,6% desde hace cuatro trimestres móviles (los terminados en enero hasta abril). La tasa de desempleo ampliada pasó de un 15,3% en el último trimestre de 2021 a un 15,2% en el trimestre febrero-abril de 2022. Esta incluye a las personas que desean trabajar aunque no estén buscando activamente un empleo. Es una tasa más representativa que la de desempleo, que solo considera a los desempleados que buscan trabajo. Había alcanzado un 30% en el momento más álgido de la crisis y experimentó luego una caída persistente.
La población desempleada sumó 742 mil personas, mientras las personas inactivas pero dispuestas a trabajar (la llamada fuerza de trabajo potencial) sumaron otras 794 mil, totalizando más de 1,54 millón de personas en situación de desempleo. Hace dos años, antes de la crisis, la cifra alcanzaba a 1,46 millón de personas. Este desempleo afecta hoy a unas 800 mil personas adicionales y explica la presión que ejerce el comercio ambulante informal en las calles, entre otros fenómenos.
Los pagos por Seguro de Cesantía beneficiaron a 152,1 mil personas en marzo (último dato disponible), número inferior al de 160,9 mil personas de febrero. Se ha producido una caída sistemática de estos pagos desde que alcanzó cerca de 600 mil en septiembre de 2020, con una fuerte disminución desde septiembre de 2021. Este dispositivo mantiene, como se observa, una baja cobertura del universo de desempleados.

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